La libertad de creer, de no creer, de expresar la fe y de actuar en coherencia con las convicciones espirituales es un derecho que transforma sociedades. En el departamento de Casanare, este principio ha comenzado a ser reconocido no solo desde la Constitución, sino también a través de políticas públicas que buscan articular al sector religioso con el desarrollo del territorio. Pero ¿qué es exactamente la política pública de libertad religiosa y por qué es tan importante que las iglesias y líderes espirituales de Casanare la conozcan y se apropien de ella?
¿Qué es la libertad religiosa y por qué es un derecho fundamental?
La libertad religiosa no es únicamente el derecho a profesar una fe. Es también el derecho a vivirla en comunidad, a predicarla, a organizarse, y a participar desde la espiritualidad en la construcción del bien común. En Colombia, este derecho está garantizado en el artículo 19 de la Constitución Política, que establece que todas las personas tienen libertad de conciencia y de cultos.
¿Qué es una política pública de libertad religiosa?
Una política pública es una hoja de ruta que construye el Estado para atender las necesidades o fortalecer el papel de un sector de la sociedad. En este caso, la política pública de libertad religiosa busca garantizar y promover el ejercicio pleno de este derecho, además de reconocer el papel transformador del sector religioso en áreas como la educación, la reconciliación, la salud emocional, la prevención social y la paz.
En Colombia, este proceso comenzó con la Política Nacional de Libertad Religiosa mediante el Decreto 437 de 2018, y en Casanare se concretó a través del Decreto Departamental 0122 del 4 de julio de 2019, que adoptó de manera integral esta política a nivel territorial.
¿Qué busca la política pública en Casanare?
En palabras sencillas, la política pública de libertad religiosa en Casanare busca que las entidades religiosas sean reconocidas como aliadas estratégicas en la construcción de sociedad. No se trata de privilegiar una fe sobre otra, sino de crear condiciones de respeto, participación y cooperación entre el Estado y las comunidades de fe.
Entre sus principales objetivos están:
- Reconocer el aporte social del sector religioso en la transformación de vidas, comunidades y territorios.
- Promover espacios de diálogo y articulación entre el sector religioso y las instituciones del Estado.
- Formar a servidores públicos y ciudadanía en el respeto por la diversidad religiosa.
- Fomentar la participación del sector en planes y proyectos comunitarios, especialmente en temas como reconciliación, prevención del consumo de drogas, violencia intrafamiliar, acompañamiento emocional y más.
Mi compromiso como pastor en este proceso
Desde mi responsabilidad como pastor en Casanare, he trabajado activamente para que esta visión se haga realidad. He promovido encuentros interreligiosos, reuniones con líderes de diferentes credos, espacios de oración, unidad y diálogo, todo con el propósito de fortalecer la convivencia y el respeto mutuo entre comunidades.
He participado en procesos de socialización de esta política pública, convencido de que no se trata simplemente de un documento legal, sino de una herramienta poderosa para el servicio. Creo firmemente que las iglesias debemos fortalecernos institucionalmente, pero también organizarnos para impactar socialmente de manera sostenible.
¿Por qué es importante que el sector religioso la conozca?
La ignorancia de un derecho es el primer paso para perderlo. Por eso, es fundamental que pastores, sacerdotes, ministros, líderes comunitarios y creyentes en general conozcan esta política, la entiendan y la apliquen.
Al hacerlo, se abren nuevas puertas de participación ciudadana, se generan procesos de articulación con el Estado y se evitan prácticas discriminatorias o excluyentes.
Además, conocer esta política empodera al sector para presentar proyectos, participar en mesas de trabajo, influir en la construcción de políticas locales y proteger la libertad de las futuras generaciones.
¿Y qué pasa en los municipios?
Casanare ha sido pionero en descentralizar este proceso. Municipios como Yopal ya han adoptado su propia política pública mediante decretos municipales, como el Decreto 406 de 2023, lo cual demuestra el compromiso territorial por llevar este tema a todos los rincones del departamento.
¿Dónde puedo conocer más?
En esta plataforma digital he creado un espacio especial para que todos puedan acceder al texto completo de la política pública, videos explicativos, avances del proceso y mucho más.
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Conclusión: un llamado a la unidad y la participación
La libertad religiosa no es solo un derecho individual. Es una fuerza espiritual y social que puede transformar familias, calles, barrios y territorios. Casanare tiene en sus manos una herramienta histórica para fortalecer ese poder transformador: la política pública de libertad religiosa.
Pero esta herramienta solo será útil si la conocemos, la defendemos y la usamos. Desde la fe, desde el amor, desde el servicio.
Descarga aquí los Decretos que respaldan la Libertad Religiosa en Colombia y Casanare
Como líderes religiosos y ciudadanos comprometidos, es fundamental conocer los marcos legales que garantizan nuestro derecho a la libertad de culto y participación social. Aquí podrás descargar de forma gratuita los decretos que sustentan la Política Pública de Libertad Religiosa a nivel nacional y departamental.